A resguardo...

Hoy desperté temprano y aunque no tenía pensado salir de pesca ya que las previsiones de mar eran malas, viendo que estaba a tiempo de coger la marea, no pude resistirme y eché mano a la vara de corcho para salir tras el sargo. Era consciente de que no sería fácil encontrar calada, ya que por fuera daban olas de 6 metros y pico, pero bueno... pensé, al menos haré algo de ejercicio.

Fuí a echar un 'ojo' a una zona donde podría dejar pescar, pero la descarté rápido, el mar golpeaba con fuerza y las olas subían con demasiado peligro por las piedras, no era cuestión de jugarse el tipo, así que tiré para en interior de la ria de Aldán.

El camino no es siempre fácil, a veces ni siquiera lo hay y toca hacerse paso entre toxos y silvas, pero hoy no era el caso, los caminos que llevan a la zona que había elegido tienen un encanto especial por lo que se andan bien y uno disfruta mientras los recorre, y eso que estamos en invierno, teneis que verlos en la primavera, cuando la flora está en su momento álgido.

Probé en un par de puestas, pero apenas 10 minutos, ya que en ese tiempo el mar me dejó claro que no me iba a permitir pescarlas, la vaciante de las olas arrastraba la boya como un cohete mar a dentro, y claro, así no hay forma de clavar un sargo. Por otra parte, tampoco estaba tranquilo en ellas, ya que pese a que estaba pescando todo lo arriba que se podía, cuando entraba el 'golpón' la mar me salpicaba.

Tocaba meterse mas a resguardo...


Esta es la puesta elegida, y a narices, ya que no me quedaban mas, a no ser que rehiciera el camino y cambiara de zona. La puesta tenía bastante vaciante, lo que no me facilitaría las cosas, pero había que intentarlo, así que plomé bastante y bien abajo el aparejo para que el cebo me caceara lo menos posible con las corrientes.

Aunque hacía sol, el agua esta 'tomada', para nada estaba clara, tenía ese color verdoso típico de los días de sur y oleaje,  factor que jugaba de mi parte (no todo iba a ser malo XDDD) .

Los primeros lances fue echar y sacar peixe, en total 6 sargos seguidos, de los cuales sólo me quedé con uno y por venir muy tragado y dañado. Luego pararon los sargos y hubo un rato en las que las bogas eran las únicas que hundían la bolla, pero entre boga y boga, el langostino que usaba como cebo engañó a este pinto mediokilero, que me pareció curioso ya que es el primero que saco con esta librea, y eso que ya he puesto en tierra unos cuantos, pero nunca de color negro y pintas blancas. Una vez hecha la foto, lo devolví al agua.

Como recompensa en el siguiente lance se me aferró un sargo bueno, de 1,5 kg y que aprovechaba la vaciante para la pelea, por lo que me dio su buen trabajo ponerlo en seco.

Como llevaba un buen rato sin sentir nada, dejé que la bolla se alejara para probar a ver si entraban muxos o agujas y al menos entretenerme con las picadas.

Muxos no, pero agujas había unas cuantas y me lo pasé bien pescándolas. La verdad es que son espectaculares los brincos que pegan fuera del agua cuando se sienten aferradas..., al final puse 7 en tierra, pero sólo me traje 3 para casa, ya que tanto a mi como a mi mujer nos gustan,  fritas con ajo o en escabeche están buenas.

A las 12:30 di por finalizada la jornada, no sin antes sentarme un rato en una piedra para observar la mar ya que pese a no estar bien para la pesca, reconozco que estaba hermosa para contemplarla.