Seguimos enredando…

Hola compañeros, estuve indeciso casi toda la tarde del viernes, es más, puse el despertador para las 6 de la mañana pensando en que ya decidiría cuando sonara si marchaba a por sargos o si seguía durmiendo.

Como veis, otra vez pudo la afición al sueño y con las primeras luces ya estaba en el pedrero. La mar estaba irregular, con algunas series muy fuertes, pero en general buena ya que en las quedadas no se llegaba a perder del todo el color en las puestas.

En esta calada la boya trabajaba bien, y los sargos estaban de comer, 12 fueron puestos en tierra si bien sólo 2 de ellos fueron para la bolsa.

Cambié para esta otra, en busca de más fondo y de sargos más gordos. Bajé al 0,23, plomé la línea más abajo y le puse unos 4 metros y medio de calado, pero nada, lo que salió de ella fue también devuelto. Los muxos estaban espesos, y después de sacar un par de ellos y otro par de bogas cuando la vaciante me hacía cacear el aparejo,  decidí desistir en esta y buscar otra calada más batida.

Con esas intenciones llegué a esta otra, cuando entraba el golpe había que levantar el aparejo del agua, pero entre ellas el corcho trabajaba bien y en la primera echada, no tardó la boya en desaparecer de mi vista. Era uno bueno, que tiraba como un miura, poco a poco lo fui acercando y mientras lo ballesteaba rompió el hilo en el aire (mea culpa, fue pedirle demasiado al 0,23). Estuvo un rato sobre una piedra hasta que la siguiente ola lo puso fuera de mi alcance. Visto lo visto, del 0,23 me olvidé y solo me asaltó una duda ¿pongo el 0,26 o el 0,28 ???.   

Al final opté por un 0,26 del FRX que aguanta lo suyo, y como recompensa se pudo poner en seco a algunos gordos, que aunque no llegan a los 2 Kg que necesito para testar la vara, cada vez le andan más cerca ...XDDD.  

La putada de la jornada fue que cuando estaban entrando los gordos recibí una llamada, quise sacar el móvil y casi se me cae. Lo pude atrapar en el aire, pero a costa de perder el equilibrio y caerme yo,  con tan mala leche que le partí el segundo tramo a la vara… en fin, nada que no se pueda remediar y por fortuna yo no me hice daño, la pena es que seguro que algún que otro perrón más hubiera probado el acero. Pero bueno, ya habrá más días para trincarlos.

Un saludo compañeros, os dejo con un par de fotos hechas desde el monte mientras buscaba nueva calada.