Aunque no habíamos quedado, nos encontramos Fran y yo en el caladero habitual de pesca, según lo vi ya me imaginé como acabaría la cosa, si entraba una dorada fijo que iba a ser el quien la trincara... y claro, no hubo fallo, si se me diera la mitad de bien la primitiva hace tiempo que estaría forrado XDDD.
Le perdoné esta canallada (otra vez...) , pero sólo porque tuve el placer de conocer a su mujer y a su hijo, no veais como viene la cantera. Vaya rapaz mas majo, nunca vi tanta aficción a la pesca concentrada en tan poco espacio, mira que es pequeño pero es increible lo mucho que le gusta ya este mundillo, y teniendo un maestro en casa como tiene, en cuanto pueda sostener una vara esos peixes lo van a tener pero que muy crudo.
Esta hermosura de casi 4 kg le hizo sufrir un poco cuando la tenía arrimada, pero después de unas cuantas carreras infructuosas, al final terminó sobre la hierba. Como podéis imaginar, despues de ver esto y no tener picada me fuí para casa calentito, y claro, este domingo metí las varas en el coche y partí dispuesto a traerme una. Pero esta vez, iba decidido a no pisar el prado, mejor desde piedra que me encuentro mas en mi salsa.
Como al que madruga dios le... hace levantarse mas temprano, al amanecer ya estaba con la vara en plena faena.
El madrugón sólo sirvió para ver como amanecía, ya que hasta que el sol no estuvo alto no hubo picada. La verdad es que se venden caras estas doradas, ya que a veces se pasa uno toda la jornada sin sentirlas (especialmente en mi caso XDDD, en el de Fran algo menos), pero esta vez tuve dos buenas picadas que doblaron bien la vara pero en la primera no llegó a aferrar y en la segunda se desferró a los dos segundos. Ya con el bolo asumido y viendo de reojo la mar pues donde estaba podía quedar encerrado, por fin volvió a doblar la vara y esta vez quedó abajo, dando cabezadas. Esta vez pude convencerla de que se viniera a conocer mi casa, asi que de estar cabizbajo, pasé a recoger los bartulos con una sonrisa en la boca para emprender el camino de vuelta.
Es una pena que no haya algo de rompiente para las lobas, pero a poca mar que tengáis aprovecharla, que hace unas noches magníficas para ir tras ellas.
Un saludo