Hola compañeros,en lo que se refiera a la pesca, he tenido veranos buenos, regulares, malos, muy malos y como este… las algas, las nortadas y el mar, se encargaron de así fuera.
Así que continuamos en la tónica anterior, probando con la dorada y el pargo.
Así me estuve en las jornadas a la dorada, entreteniendo el tiempo como se pudo, ya que las cabezonas no aparecían, y salvo un par de buenas picadas de esas que sacan hilo, así pasaron todas, con más pena que gloria.
Salvo alguna escama en forma de ballesta, no hubo forma de poner nada que tuviera una media luna dorada en seco. Pero dejo que se confien, que cuando menos se lo piensen, les aparezco otra vez por allí y se enteran XDDD
Con los pargos algo mejor estuvo la cosa, las jornadas al menos eran mucho más entretenidas ya que picadas hubo en abundancia, si bien los tamaños eran menos generosos. En la foto os muestro la mejor de todas.
Algún sargo hay en medio, imagino que son colegas de los coloraos y gustan de nadar con ellos. De todas formas seguían comiendo harto recelosos, a veces los clavabas a la tercera o cuarta intentona de llevarte el cebo (cuando los clavabas, claro, y no te dejaban el anzuelo completamente limpio).
En cuanto a la lubina, pocas jornadas les dedicamos, con pésimos resultados, lo mejor, los compañeros que se acercaron a esta tierra y pudimos compartir jornada. Aquí Jose y Oscar, a quien tenía muchas ganas de conocer y con quienes pasé una jornada bien buena, es lo que tiene ir con gente tan maja, que aunque no pesques, te lo pasas bien igualmente. Eso si, a uno le queda muy mal sabor de boca por que los compañeros no pesquen, pero así son estas lobas, no siempre pican y rara vez lo hacen cuando uno más lo desea.
Aquí planeando como atacarles en una de estas que probamos, nos debieron ver las intenciones que lo poco que picó se desferró.
Pero cabezones somos un rato, así que continuamos intentándolo, Fran buscando poner el cebo en la rompiente…
Jaime aprovechando ese momento entre ‘fusco e lusco’ cuando el sol toca el agua…
Jose aferrado, poniendo una en la arena...
Alguna jornada se trajo escama, pero no se pescó ni mucho menos como otros años. Esta foto es de ‘las mejores’ noches, aunque nos volvimos con 3 peixes al menos si hubo picadas, yo puse 6 en tierra aunque las soltara por ser escasas, pero es que la norma era no sentir nada, o peor, andarse 4 horas recorriendo todas las playas para al final, volvernos sin echar las varas en el agua, ya que no había un solo rincón de playa que no estuviera petada de algas. En nuestra defensa diré que los fines de semana la cosa estaba bien fastidiada para el surfcasting, cuando no eran las algas era el poco mar o el viento... en fin dejemos marchar tranquilo este dichoso veranito.
Y COMIENZA EL OTOÑO…
Para estrenarlo me bajé con Marcos a la Vela, el mar no estaba ‘de libro’ pero podría valer para sacar unas lobas.
La noche calurosa, aunque se nos cerró de niebla. El mar con algo de golpón de más y con una frecuencia
regularcilla, pero los filetes de sardinas consiguieron engañar a algunas lobas.
Las previsiones de mar no acertaron, ya que daban que se mantendría toda la noche y con la plea el mar se vino a mas, poniéndose muy complicado el acercarse al mar en la calada que estábamos, por lo que si nos pegaba algo bueno, fijo que lo perderíamos. Visto esto, decidimos plegar y dar por rematada la jornada, sin esperar al repunte de plea, que no suele ser malo en donde estábamos.
Es la tercera vez que bajo este año, jamás que yo recuerde he ido tan pocas veces a la Vela, pero no hay queja, lo bueno que de tres veces 2 se pescó, lo malo, que subir esos montes cargado me cuesta cada vez más. Por cierto, Marcos, un placer compartir jornada contigo, espero que te haya gustado el sitio y nos hagas más visitas.
Después de ver las fotos de la entrada ¡AGARRADAS! De Ramontxu y Gorka, me andaba carcomiendo el gusanillo de la boya, así que hoy lié a mi hermano para ir a dar unas varadas al lado de casa.
Algunas caladas interesantes se veían desde el camino, pero al acercarse pronto vimos que la gran cantidad de algas que tenían nos iban a hacer imposible la pesca.
Aquí mi hermano probando en la calada que escogimos, ya que si bien estaba muy escasa, ese colorcillo verdoso del agua tomada por el sur igual lo compensaba, y al no estar tan batida las algas dejarían pescar.
No nos equivocamos demasiado con nuestras cavilaciones y en la foto se ve el resultado.
Se pescaron bastantes, aunque muchos esperaron pacientemente en charcas a que acabaramos la jornada para volver al mar.
Por último, una foto del menda haciendo el mona justo cuando marchábamos y pediros disculpas por el ladrillazo, pero hacía mucho que no escribía y os tenía que poner al dia.
Un saludo compañeros